¿Debería hacerse una densitometría ósea?

marzo 2, 2022

Es bastante habitual que el grosor y la resistencia de nuestros huesos disminuyan a medida que envejecemos, más allá de los 50 años. Sin embargo, las revisiones periódicas de la densidad ósea no merecen la pena para todo el mundo. La mayoría de los médicos no recomiendan una densitometría ósea a menos que existan factores de riesgo específicos. En este artículo le explicaremos cómo funcionan las pruebas de densidad ósea y cómo determinar si puede necesitarlas.

 

¿Qué es una densitometría ósea y cómo funciona?

La densitometría ósea es una forma de evaluar la resistencia de los huesos midiendo cuántos minerales contiene un segmento de hueso. El método más utilizado para evaluar la densidad ósea es la absorciometría de rayos X de energía dual (DEXA), que utiliza niveles muy bajos de rayos X para medir la densidad de los huesos.

Si se somete a una exploración DEXA en un hospital o centro médico de diagnóstico por imagen, la prueba suele consistir en tumbarse sobre una plataforma acolchada mientras un brazo mecánico pasa por encima del cuerpo para explorar las caderas y la columna vertebral. La prueba puede durar entre 10 y 30 minutos, pero la cantidad de radiación a la que se expone es inferior a la de una radiografía de tórax estándar.

También existen pequeñas máquinas portátiles llamadas dispositivos periféricos que pueden medir la densidad ósea en lugares como la mano o el pie. Estos instrumentos se utilizan a menudo en ferias de salud y eventos comunitarios de detección. Sin embargo, las mediciones periféricas no se consideran tan precisas como las exploraciones de las caderas o la columna vertebral, por lo que su médico puede recomendarle una exploración con una máquina DEXA de tamaño completo si cree que corre el riesgo de padecer osteoporosis u otros problemas de densidad ósea.

 

¿Quién debe someterse a una densitometría ósea?

Estadísticamente, las mujeres mayores de 65 años corren mayor riesgo de padecer osteoporosis, lo que las convierte en buenas candidatas para someterse a una densitometría ósea. Si no pertenece a ese grupo demográfico, puede que le interese hablar con su médico sobre los riesgos (por ejemplo, la exposición a los rayos X, los costes del seguro, etc.) y las ventajas de la densitometría ósea si presenta alguno de estos factores de riesgo de pérdida ósea grave:

  • Rotura de un hueso en un accidente leve
  • Padecer artritis reumatoide
  • Antecedentes de tabaquismo o consumo excesivo de alcohol
  • Tener un peso corporal bajo
  • Tener antecedentes familiares de osteoporosis
  • Uso de medicamentos corticosteroides durante tres meses o más (el uso prolongado de medicamentos corticosteroides, como la prednisona, interfiere en el proceso de reconstrucción ósea, lo que puede provocar osteoporosis).
  • Tener un nivel muy bajo de vitamina D

Si le han diagnosticado osteoporosis o corre el riesgo de sufrir una pérdida ósea grave, la mayoría de los médicos recomiendan hacerse una densitometría ósea cada dos años. Por supuesto, hay excepciones a esta regla si padece ciertas afecciones o toma determinados medicamentos.

Search

Stay Connected

Subscribe to get more great articles and tips delivered to your inbox.

Ir al contenido