Ejercicios de entrenamiento cerebral para personas mayores

Al igual que el cuerpo y los músculos, el cerebro necesita actividades estimulantes para mantenerse sano y en forma. Afortunadamente, ejercitar la mente puede ser agradable y fácil de hacer con regularidad. Desde resolver problemas sencillos hasta actividades complejas, como aprender un nuevo idioma, hay una gran variedad de formas de mantener la mente despierta. A continuación, trataremos seis tipos de ejercicios de entrenamiento cerebral y explicaremos cómo ayudan a mantenerte mentalmente en forma.

Puzzles y juegos

Trabajar en puzzles mantendrá sus habilidades mentales -como la memoria, el razonamiento visual-espacial, el cálculo y el pensamiento lateral- afiladas a medida que envejece. De hecho, según un estudio publicado en Archives of Neurology, los adultos mayores que mantenían su cerebro activo con actividades cognitivas desafiantes, como juegos y rompecabezas, tenían menos proteína beta-amiloide en el cerebro(que se cree que es un indicador importante del riesgo de padecer Alzheimer). Los distintos tipos de rompecabezas, como los rompecabezas, los sudokus, los crucigramas y los rompecabezas de ingenio, suponen un reto para el cerebro de diferentes maneras, por lo que es bueno practicar una variedad de ellos para tener una salud cerebral completa.

Del mismo modo, los juegos de mesa, de cartas e incluso los videojuegos son excelentes actividades de desarrollo cerebral que fomentan la planificación, la memoria, la capacidad de resolver problemas y el tiempo de reacción.

Arte y artesanía

La creatividad estimula el cerebro, por lo que dedicarse con regularidad a actividades creativas, como pintar, tejer, hacer álbumes de recortes o trabajar la madera, puede tener un efecto duradero en la salud mental. Además, la mayoría de las aficiones artísticas funcionan bien como actividades de grupo. Unirse a un club de aficiones en su centro comunitario local o centro de salud diurno para adultos es una forma estupenda de entrenar el cerebro y disfrutar también de los beneficios de la socialización.

Música

Involucrarse con la música es un ejercicio mental estupendo. Tocar un instrumento requiere sincronización y concentración, aprender nuevas letras estimula la construcción de la memoria y cantar puede aumentar el flujo sanguíneo al cerebro. Al igual que las manualidades, crear tu propia música te permite flexibilizar tus músculos creativos, y las “jam sessions” con otros músicos pueden ser una divertida actividad social.

Cocinar

Cocinar u hornear (y comer los resultados) pone en juego los cinco sentidos, cada uno de los cuales estimula diferentes partes del cerebro. Puedes reforzar tu capacidad de concentración y afinar tus sentidos cerrando los ojos e intentando identificar los ingredientes por su sabor, textura y olor. Desafiarse a sí mismo con nuevas recetas también supone un ejercicio mental que requiere planificación, coordinación mano-ojo, memoria a corto plazo y uso del criterio.

Escribir

Escribir a mano o a máquina es otra actividad de entrenamiento cerebral que también mantendrá su vocabulario y sus habilidades comunicativas en plena forma. Tanto si llevas un diario como si escribes relatos o poemas, o envías cartas a tus seres queridos, la escritura puede ejercitar tu memoria, tu creatividad y tu concentración.

Aprender

Si no tienes mucha experiencia en ninguna de las actividades anteriores, ¡genial! No hay nada que active más el cerebro y mejore el envejecimiento cognitivo que aprender algo nuevo. Así que sal ahí fuera, desafía a tu mente y diviértete.

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