La aparición de la demencia puede ser intimidante para los pacientes, los cuidadores principales, los defensores del paciente y toda la unidad familiar. Por difícil que parezca, las investigaciones demuestran que la detección precoz de los trastornos de demencia reducirá en última instancia el riesgo de ansiedad y depresión para todas las personas implicadas. Cuanto antes se diagnostique, más tiempo tendrán todos para adaptarse, aprender sobre la enfermedad y conocer todas las opciones y tratamientos y terapias para la demencia, como aprender a practicar un Estilo de Vida Cerebral Saludable.
La actitud correcta es crucial para el éxito. Educar a los implicados sobre la demencia y mantener una actitud positiva y realista puede suponer una gran diferencia en el estrés y la calidad de los cuidados de la demencia.
Aproximadamente la mitad de los pacientes con demencia son diagnosticados de enfermedad de Alzheimer. Esta enfermedad progresa con el tiempo. La progresión y los síntomas varían según el individuo, pero los expertos utilizan “etapas” para explicar cómo cambian las capacidades normales de un paciente a medida que avanza el Alzheimer. Fuente: Escala de deterioro global/Escala de Reisberg, DementiaCareCentral.com
Etapa 1: Sin deterioro cognitivo
Durante la primera etapa, no existe un deterioro cognitivo tangible o visible. A menos que un paciente reciba una exploración especializada, como una PET, no hay signos físicos o mentales de ningún problema subyacente. Identificar estos signos tempranos puede ser esencial para los ensayos clínicos y en el futuro, a medida que se desarrollen nuevos tratamientos para el Alzheimer.
Fase 2: Deterioro cognitivo muy leve
Las personas con deterioro cognitivo leve presentan cambios leves en su memoria y capacidad de pensamiento. Estos cambios no son significativos como para afectar al estilo de vida, las relaciones o incluso el trabajo. Los primeros síntomas de la demencia incluyen una leve pérdida de memoria en áreas que suelen ser fáciles de recordar. Algunos ejemplos son el olvido de nombres, conversaciones, objetos o acontecimientos recientes. La capacidad para calcular el tiempo también puede verse afectada. No todas las personas con un deterioro cognitivo leve padecen Alzheimer. En esta fase, los profesionales pueden diagnosticar la enfermedad de Alzheimer o si el deterioro cognitivo leve se debe a otra cosa.
Fase 3: Deterioro cognitivo leve
Durante esta etapa, los seres queridos empiezan a notar comportamientos demenciales. Aumenta el olvido, sobre todo de acontecimientos recientes. Los individuos experimentan dificultades para concentrarse, resolver problemas y problemas complejos. Cosas como cuadrar la chequera pueden resultar difíciles. A veces resulta difícil organizar y expresar los pensamientos. Pueden empezar a surgir cambios en la personalidad y el comportamiento, como estar menos interesado o implicado en la vida familiar o en actividades que antes disfrutaba, o estar menos inhibido en situaciones sociales.
Fase 4: Declive cognitivo moderado
Los individuos con deterioro cognitivo moderado muestran cada vez menos juicio y una confusión cada vez mayor. La pérdida de memoria sigue profundizándose e incluye la historia personal, los números de teléfono o incluso la dirección actual. Los comportamientos típicos de la demencia durante esta etapa pueden incluir la negación de los cambios cognitivos y el alejamiento de los amigos e incluso de la familia. Las situaciones sociales pueden provocar ansiedad o irritabilidad. La familia y los amigos pueden notar cambios más significativos en la personalidad y el comportamiento, como agitación, agresividad, cambios de humor con periodos de depresión o ansiedad, o retraimiento social y apatía. Otros individuos pueden presentar síntomas psicóticos como falsas creencias (delirios) o percepciones sensoriales (alucinaciones).
Durante esta etapa, las personas necesitarán ayuda. Es posible que no puedan realizar las actividades cotidianas por sí mismos. Tareas como elegir la ropa adecuada, bañarse y preparar las comidas ya no son sencillas ni se dan por sentadas.
Estadio 5: Deterioro cognitivo moderadamente grave
Las personas necesitarán más ayuda para realizar las tareas cotidianas habituales, como las definidas en la fase 4. Las personas en esta etapa sufren importantes deficiencias de memoria. Pueden perder la noción de dónde están, del día de la semana o del año que es. Se convertirá en un reto recordar la hora del día. A menudo la gente olvida dónde está. Esto es motivo de “vagabundeo”. Las personas que sufren confusión pueden deambular en busca de algo o alguien que les resulte familiar.
Las alteraciones del comportamiento y la psicosis siguen siendo síntomas relativamente frecuentes en esta fase.
Estadio 6: Deterioro cognitivo grave (Demencia en estadio medio)
Las personas que se encuentran en esta fase no son capaces de realizar las tareas cotidianas habituales sin ayuda. La pérdida de memoria es tan importante que los pacientes pueden olvidar los nombres de sus familiares. Los acontecimientos importantes y significativos del pasado pueden pasarse por alto por completo. La incontinencia (pérdida del control de la vejiga) es frecuente, y a veces se experimenta pérdida del control intestinal. Es posible que las personas no puedan hablar con la facilidad habitual. Pueden olvidar palabras o no ser capaces de enfatizar sus pensamientos. Todos estos factores estresantes adicionales aumentarán la recurrencia de los trastornos del estado de ánimo y del comportamiento.
Estadio 7: Deterioro cognitivo muy grave (Demencia en fase tardía)
Las personas que sufren un deterioro cognitivo muy grave suelen estar físicamente incapacitadas y pasan mucho tiempo durmiendo. Las personas ya no pueden hablar ni comunicarse. Debido a la pérdida de habilidades motoras, los pacientes necesitarán ayuda para la mayoría de las actividades. No podrán caminar.
Dondequiera que usted y sus seres queridos se encuentren en su viaje, sepan que hay ayuda, investigación clínica continua y, sobre todo, apoyo. Para cuidadores, pacientes y comunidades.
En el Instituto MIND de Miami Jewish Health , creemos que las personas con Alzheimer y otros trastornos neurocognitivos pueden seguir viviendo con propósito y alegría. Toda nuestra consulta está dedicada al diagnóstico empático, la gimnasia cerebral, los ejercicios mentales, la investigación innovadora y la atención personalizada y el apoyo a las personas y sus familias. Cada familia y cada individuo son únicos. Su tratamiento también debería serlo.
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